Luego de varios meses de búsqueda, encontramos una vivienda que se ajustaba a las necesidades y posibilidades de la familia: una casa en planta baja con techo de tejas. Su principal desventaja era la escasa iluminación y ventilación natural, a pesar de contar con dos patios de dimensiones generosas.

La sorpresa fue descubrir un piso granítico en excelente estado, que se convirtió en punto de partida para definir la paleta de colores del proyecto. Tras las tareas de demolición, la casa se inundó de luz natural. Incorporamos carpinterías de hierro de gran tamaño para conservar y potenciar esa luminosidad recién adquirida.